El sector agrícola emplea en torno al 70% de la población senegalesa, mientras que la pesca es la principal fuente de entrada de divisas.
Sin embargo, desgraciadamente, no todos viven esa realidad. Senegal se enfrenta a problemas urbanos profundamente arraigados de desempleo crónico, disparidad socioeconómica,
delincuencia juvenil y drogadicción.